Tendencias y avances tecnocientíficos para 2023

Por Arturo González González

Además de la política internacional y la economía global, cuyas tendencias para 2023 revisamos en las dos entregas anteriores, el ámbito de la ciencia y tecnología proyecta hitos para este año que comienza. Pero antes de repasar cuáles son, debemos ser conscientes de que el desarrollo científico y tecnológico no es ajeno a la geopolítica ni a la geoeconomía, sino que, por el contrario, en muchos aspectos depende de ellas y, en otros, contribuye a su transformación. Y es precisamente dentro del marco de esta vinculación estrecha que se está construyendo una megatendencia que determina a otras y define en buena medida nuestra cotidianeidad.

En El momento tecnopolar (Foreign Affairs Latinoamérica Vol. 22, No. 3, julio / septiembre 2022), Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group, plantea tres escenarios bajo los cuales las potencias digitales podrían reconfigurar el orden internacional. Un primer asunto a considerar es que cuando habla de potencias digitales no sólo se refiere a los actores estatales con avanzado desarrollo tecnocientífico, como Estados Unidos, China y la Unión Europea, sino también a las empresas tecnológicas que configuran lo que bien podemos llamar la nueva oligarquía global tecnocrática: Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Alibaba, Tencent, Huawei y ByteDance.

Los escenarios posibles dentro del futuro tecnológico tienen que ver con tres corrientes que, según Bremmer, coexisten dentro y entre las élites políticas, económicas y tecnológicas. Por un lado, están los globalistas que promueven una menor injerencia de los gobiernos de los estados en la industria de la tecnología para permitir a las grandes empresas del sector operar con escasa regulación en el manejo del principal activo del siglo XXI: los datos de miles de millones de personas y sus ámbitos de desarrollo familiar, laboral y recreativo.

Por otro lado, están los nacionalistas que creen que los gigantes tecnológicos deben someterse a los intereses de los estados nacionales en el marco de las crecientes competiciones y rivalidades estratégicas entre China y Estados Unidos. Y más allá de estas dos posiciones están los llamados utopistas tecnológicos que aspiran a que la oligarquía tecnocrática termine por sustituir al Estado en todas o en la mayoría de sus funciones.

Actualmente la tensión principal está entre los globalistas y los nacionalistas, con indicios claros que apuntan a un reforzamiento de la necesidad de que los gobiernos aumenten los controles sobre las empresas para ajustarlos a sus intereses geopolíticos y geoeconómicos. Bajo este contexto se debe entender la alineación voluntaria o forzada de las tecno-corporaciones a la visión estratégica de Washington y Pekín, o el aumento de los controles y reglas en Bruselas.

No obstante, los utopistas como Musk y Zuckerberg mantienen sus cruzadas abiertas para superar la primacía del estado nacional en el control de las poblaciones y territorios vigente desde el siglo XVII. Cabe recordar que esta visión no es nueva, ya que en otras épocas actores empresariales han ejercido labores en sustitución del Estado. Por ejemplo, las compañías estatutarias por acciones del siglo XVIII, como la británica Compañía de las Indias Orientales; las empresas de transporte ferroviario y marítimo de fines del siglo XIX y principios del XX, o las compañías petroleras del siglo XX. Pero dichas compañías tenían un poder territorial limitado y acotado a los controles del Estado.

En el caso de las empresas tecnológicas de hoy, hay un nuevo paradigma: la creación de territorios virtuales en donde los gobiernos tienen escasa injerencia y poder. El desarrollo de redes sociales cada vez más inmersivas, como Meta, o de ecosistemas financieros digitales independientes, como Ethereum, representan desafíos de peso para las capacidades de poder y control de los estados nacionales, incluso los más poderosos como China y Estados Unidos.

Dentro de esta perspectiva, debemos estar muy atentos en 2023 a los acontecimientos que pueden consolidar cualquiera de las tres corrientes porque de ellas dependerá el futuro de la rivalidad entre estados y de la realidad cotidiana de miles de millones de personas. Importante no perder de vista los avances del proyecto europeo de instalar centros de datos en el espacio con el objetivo de aumentar la capacidad de los mismos, disminuir el consumo energético y, tal vez, acotar la injerencia territorial de los estados en donde residen el procesamiento y almacenamiento de datos actualmente.

Por encima de esta megatendencia, hay otras más evidentes en el ámbito tecnocientífico, mencionadas por la prestigiosa revista Nature, las cuales podemos agrupar en tres áreas: astronomía / astronáutica, salud y medio ambiente. Dentro de la primera están tres telescopios –uno europeo, otro chino y uno más en Chile— que iniciarán su operación en 2023 y que harán compañía al James Webb en la exploración del Universo con la posibilidad de tener el primer mapa 3D del cosmos y un escaneo casi completo del cielo nocturno. Además, las misiones espaciales se multiplicarán con miras a seguir con la exploración de la superficie lunar y volver a llevar a un ser humano al satélite de la Tierra como escala necesaria para el gran proyecto espacial del siglo XXI: la conquista de Marte.

En salud, se esperan avances importantes en la consolidación de las vacunas de última generación que usan la tecnología de ARN mensajero; la publicación de la lista revisada por científicos de todo el mundo de patógenos (virus y bacterias) prioritarios para la prevención de pandemias; la aprobación de la primera terapia de edición de genes CRISPR para tratar trastornos genéticos de la sangre, y el posible lanzamiento de un fármaco para frenar la evolución del alzheimer.

En medio ambiente, los países involucrados en la COP27 deberán dar forma en 2023 al fondo de compensaciones que servirá a los países más vulnerables al calentamiento global para hacer frente a sus efectos, y se prevé que Finlandia ponga en operación la primera instalación profunda para el confinamiento de desechos nucleares. Estemos atentos a estas novedades que seguro cambiarán la vida de millones de personas y del mundo en general.

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Arturo G. González

Soy adicto a saber y descubrir algo nuevo todos los días. Me obsesiono con tratar de entender el mundo y la época que me tocó vivir. No puedo escapar a la necesidad de comprender por qué nuestra civilización es como es, y para ello leo noticias, opiniones, artículos de análisis y libros; escucho música y veo cine. Creo que el pasado vive en el presente, y que el presente es la pieza clave del futuro. Te invito a este viaje de pensamiento y descubrimiento cotidiano. Esta es mi visión del mundo.